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Las serpientes son animales enigmáticos, bellos y peligrosos la gran mayoría de las veces. Estos misteriosos animales se caracterizan por ser sigilosos y por su siseo tan habitual que alerta de su presencia. ¿Quieres conocer las serpientes más bonitas del mundo?
Se sabe que hoy en día existen alrededor de 3.000 especies diferentes de serpientes, reptiles muy peculiares que, incluso, pueden atacar a los humanos si se sienten amenazados. Aunque existen más de 600 especies venenosas, solo alrededor de 200 pueden ocasionar un daño real a los humanos. En cualquier caso, ¿quieres saber cuáles son las serpientes más bonitas del mundo?
La víbora peluda de los arbustos africana (Atheris hispida) es una pequeña víbora muy venenosa que habita en las selvas de África, concretamente en el Congo, Kenia, Tanzania y Uganda.. Mide menos de un metro de largo y cuenta con unos ojos enormes, así como con unas escamas puntiagudas muy llamativas que hacen que también se le conozca como víbora emplumada o víbora espinosa. De carácter terrestre, vive lejos de los núcleos de población y su principal amenaza es el deterioro de su hábitat.
La cobra real (Ophiophagus hannah) es una de las serpientes más espectaculares, pudiendo medir hasta cuatro metros de largo. La cobra real se distingue por tener unas protuberancias en la cabeza que le confieren una apariencia muy temible. Su veneno mortífero ataca al sistema nervioso de sus presas o atacantes y la convierten en la cobra más letal que existe, aunque quizás se trate de la más bonita de todas ellas. Esta imponente especie bosques, zonas acuáticas y humedales en el sudeste asiático y se encuentra en situación de vulnerabilidad debido a la tala, los cultivos y la caza.
Las víboras de cascabel se caracterizan por su cascabel en la punta de la cola que emite un sonido similar al de un sonajero, sirviendo para alertar de su presencia. De tamaño medio, el veneno de la serpiente de cascabel afecta rápidamente a la zona mordia, pudriéndola, por lo que debe aplicarse un antídoto rápidamente.
De entre las alrededor de 30 especies de serpientes de cascabel, distribuidas ampliamente por el continente americano (América del Norte, Centroamérica y América del Sur), una de las más peculiares es la serpiente de cascabel de Isla Catalina (Crotalus catalinensis), criticamente amenazada de extinción y que solo se encuentra en este territorio insular de México. Pese a su llamativo aspecto, precisamente esta es la única víbora de cascabel que no puede ser reconocida por el característico sonido que emiten el resto de integrantes del género Crotalus.
La boa de cola roja o boa constrictora (Boa constrictor) es una de las serpientes más grandes, con hembras que pueden superar los cuatro metros y machos que no suelen sobrepasar los dos metros y medio, siendo esta el principal dimorfismo sexual en esta serpiente. Distribuida por gran cantidad de países de América del Sur, esta espectacular serpiente no es venenosa sino que mata por constricción, utilizando su cuerpo para enrollarse alrededor de su presa para asfixiarla. Esta especie, que puedes conocer en Selwo Marina, puede engullir presas de gran tamaño estirando ampliamente sus mandíbulas.
Situadas entre las serpientes más venenosas del mundo, las diferentes especies del género Notechis tienen una coloración muy variable, con variaciones estacionales. Lo que hace de ellas unas de las serpientes venenosas más bonitas es que ocasionalmente muestran rayas o bandas similares a las de los tigres, de tonos amarillos, naranjas, marrones y negros. De hábitos tranquilos, estas serpientes venenosas australianas pueden alcanzar más de dos metros de longitud.
También conocida como serpiente látigo de Gunther o de Boie o serpiente enredadera asiática (Ahaetulla prasina) esta peculiar serpiente cuenta con un precioso patrón geomético escondido en su piel que se muestra en todo su esplendor cuando el animal se siente amenazado: aunque a simple vista sus escamas son verdes, al expandir su cuerpo muestra un patrón en color blanco y negro. En cualquier caso, aunque es levemente venenosa, suele permanecer inmóvil, confundiéndose con una liana, para permanecer imperceptible a sus depredadores.
Probablemente una de las serpientes más bonitas es la víbora o crótalo azul (Trimeresurus insularis) que recibe su nombre por sus escamas de color azul, aunque también pueden ser verdes o presentarse especímenes en colores amarillos, rojos y naranjas. Todas las especies del género Trimeresurus son serpientes altamente venenosas, como el resto de la familia Viperidae, con unos colmillos y aparato inoculador de veneno más desarrollado. En este caso, la serpiente azul es endémica de Indonesia y Timor Oriental, donde solo habitan en las islas menores de la Sonda.
Una de las serpientes más bonitas es la boa esmeralda (Corallus caninus), presente en la colección zoológica de Selwo Marina. Residente al norte del río Amazonas en Brasil, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, se distingue por un llamativo color verde intenso y ojos que sobresales confiriéndole un aspecto característico. Esta especie puede medir hasta dos metros de largo, adquiriendo su tono particular al convertirse en adulta, siendo las crías de color marrón.
La mamba negra (Dendroaspis polylepis) es una espectacular serpiente venenosa emblemática del África subsahariana. Se trata de una serpiente muy agresiva, rápida y nerviosa que habitualmente mide entre dos y tres metros. Esta especie, que no se encuentra amenazada dado su amplio rango de distribución y falta de contacto con las poblaciones humanas, puede alcanzar una velocidad de hasta 20 km/h en sus ataques, lo que le convierte en una excelente y letal cazadora.
La boa arcoíris (Epicrates cenchria) es una de las serpientes más bonitas no venenosas, en las que sus cinco subespecies se caracterizan por contar con un brillo muy peculiar en las escamas que resalta entre sus tonos negros y marrones. Cuando se expone a la luz, la piel de este animal recuerda los colores del arcoíris. ¡De ahí su nombre! De hábitos nocturnos y llegando a medir hasta dos metros de longitud, esta especie de boa vive en América Central y Sur.
Esta cobra se caracteriza por su cabeza y dorso de color amarillo, en contraste con el negro predominante en su cuerpo. Endémica del país asiático que le da nombre, la cobra filipina del sudeste, cobra de Samar o cobra de las Bisayas (Naja samarensis) es una de las serpientes más mortales del mundo y probablemente la más peligrosa de todas las especies de cobra. Su veneno es muy tóxico y su mordedura puede ser letal para los humanos, ya que las toxinas que libera con su mordedura pueden paralizar el sistema nervioso y respiratorio en cuestión de alrededor de treinta minutos. A diferencia de la cobra filipina (Naja philippinensis), de tonos pardos, esta especie siempre inocula su veneno a través de sus colmillos y nunca lo escupe a sus presas o depredadores.
La boa cubana (Epicrates angulifer) es endémica de esta isla de las Antillas. , donde habita selvas, bosques y, ocasionalmente, cultivos. Su hábitat se encuentra amenazado por la agricultura, la ganadería, la minería, el crecimiento de las poblaciones y el desarrollo turístico, siendo además cazada por miedo o por su uso ritual o en la medicina tradicional. Puedes conocer a esta gran serpiente, cazadora por constricción, que puede alcanzar los 10 kilos de peso y los seis metros de longitud, en tu visita a Selwo Marina.
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