Galápago de Florida

El galápago de Florida es una subespecie de tortuga semiacuática perteneciente a la familia Emydidae, originaria de la región que comprende el sureste de los Estados Unidos y el noreste de México, aunque en la actualidad se encuentra en muchas otras partes del mundo debido a su comercio como mascota.

Se alimenta de gambas, camarones, peces pequeños, pulgas de mar, larva de mosquito, quisquillas, trozos de pescado o pequeños peces enteros, calamares, mejillones, lombrices de tierra, caracoles acuáticos, hojas de lechuga, col, diente de león, guisantes tiernos, lenteja acuática…

El caparazón del galápago de Florida puede alcanzar hasta los 30 cm de longitud, aunque se han encontrado ejemplares de más de 40 cm, pero en promedio miden de 12 a 20 cm. Las hembras suelen ser un poco más grandes que los machos y llegan a vivir entre 20 y 30 años, algunas tortugas incluso llegando a vivir más de 40.

Esta subespecie se ha convertido en la tortuga más comercializada y en una de las mascotas más populares en los últimos años debido, entre otros factores, a que su cuidado es relativamente sencillo. Los galápagos de Florida se han convertido en una especie invasora, pues son muchos los propietarios que no pueden seguir cuidándolas en sus casas y creen hacer una buena obra soltándolas en ríos, lagos, parques… Esta liberación ocasiona que especies autóctonas como el Galápago Europeo o la Leprosa se encuentren en peligro, pues han sido desplazados de su área de alimentación y anidación por la Galápago de Florida, llegando incluso a hibridarse y ocasionando una perdida importante de la fauna autóctona. Es, además, una especie muy voraz y altamente reproductiva, por lo que también están mermando las reservas de alimentos.