Se encuentra en el norte de América del Sur, desde Venezuela hasta el este de Brasil.
El color rojo brillante característico de su plumaje se intensifica según el ave crece, mientras que los jóvenes presentan un color marrón grisáceo y vientre blanco inicial pardo oscuro. Este color proviene de pigmentos que tienen los crustáceos de los que se alimenta.
Es una especie muy social que vive en bandadas de treinta o más ejemplares. Las parejas reproductoras construyen sus nidos, que consiste en simples plataformas hechas con palos, cerca de otras parejas en el mismo árbol, probablemente para reducir los riesgos de depredación. La puesta consta de 3-5 huevos y la incubación dura entre 19 y 23 días. Ambas aves adultas comparten la responsabilidad de cuidar a las crías.
Existen muchas amenazas que influyen en el estatus del ibis escarlata: la caza excesiva, la recolección de huevos y la venta de crías como mascotas en mercados abiertos, la pérdida de hábitat, la destrucción del suelo de anidación y la pérdida de zonas de forrajeo y alimentación junto con una fuerte contaminación en estas áreas.